En el campo daba cierta sensación de dejadez y de pasotismo, como confiándolo todo a su calidad individual, y creo que si le hubiera echado un poco más de eggs al asunto hubiera sido un jugador memorable… Raúl por ejemplo, siendo objetivamente un jugador mucho peor que él (entendedme) llegó a muchísimo pero muchísimo más. Un poco más de mentalidad competitiva y ganadora también era otro ingrediente que le faltaba, ese «echarse el equipo a la espalda» que se dice habitualmente.