Los jugadores de Yugoslavia, los primeros en enfrentarse a Bolivia, quedaron algo sorprendidos al ver que los jugadores tenían, cada uno, una enorme letra impresa en su camiseta: una «V», una «A», una «G» por ahí, el portero una «R»… El problema es que cuando posaron en la habitual formación de antes de los partidos, uno de los jugadores (una de las tres «U») se despistó y no llegó a tiempo, por lo que la foto de formación quedó con un curioso «VIVA URUGAY».