A partir de ahí, se genera una vista previa para que los clubs puedan ver el resultado y, si fuese necesario, expongan sus preferencias y negocien hasta llegar a un acuerdo siguiendo unos criterios de prioridad que serán determinantes. Cada año la mayoría de clubs se ponen en manos de los diseñadores para que confeccionen la camiseta de la nueva temporada, que muchas veces se convierten en todo un éxito, con miles o millones de ventas, pero en ocasiones las elásticas pasan a la posteridad por la poca acogida entre el público e incluso se convierten en motivo de crítica y mofa.