Ambos han llevado vidas paralelas aunque muy diferentes, pues mientras Tamara Falcó ha estado expuesta a los medios de comunicación desde muy niña, el anonimato y la discreción han regido la vida de Álvaro Falcó prácticamente hasta su boda con Isabelle Junot. El divorcio de sus padres terminó con la custodia de Álvaro Falcó concedida a su padre, debido a los múltiples escándalos que salpicaron la vida de su madre.