Pero no sólo hay que irse a Sudáfrica para notar la influencia del fútbol en el medio ambiente. El transporte internacional representa cerca del 70% de las emisiones previstas en este Mundial, alrededor del 18% surge del traslado entre las distintas ciudades donde tienen lugar los partidos y el resto puede atribuirse a la energía utilizada en los hoteles donde se hospedan las delegaciones y el público. Pues porque el país africano es mucho más extenso y lejano, sin trenes de alta velocidad y con nueve ciudades como sedes de los 64 partidos previstos.