Muchos aficionados creen que la mascota es un conejo, pero la directiva ha decretado oficialmente que se trata de una liebre. Por dichas características, los aficionados compararon a los jugadores de esos años con las liebres que abundaban en la localidad, el apodo se arraigó, y hasta la fecha se sigue utilizando una liebre antropomorfa (por razones prácticas de identificación e iconicidad) para representar a Cruz Azul.