En resumidas cuentas: cada vez que alguien compra una camiseta, al fabricante le quedan 17 euros, al vendedor en torno a 30 y al club en torno a cinco, con la salvedad de que los equipos, además, camiseta de inglaterra firman contratos millonarios con los fabricantes por vestirles. En total, que una camiseta acabe en la tienda cuesta 17 euros, pero este no es el precio mayorista. El punto de venta es el que obtiene mayor beneficio, camiseta de portugal y este es el motivo por el que los grandes clubes cada vez potencian más sus tiendas oficiales.