Luego del título mundial, Kempes volvió a jugar en la selección a partir de 1981; en esos años, el hecho de jugar en el exterior limitaba la participación de los futbolistas argentinos en el conjunto nacional. Allí Kempes terminó de demostrar por qué era el mejor jugador de la Copa, y con una jugada descomunal, convirtió el 2-1. Haciéndose dueño del juego, Kempes emuló la jugada de su segundo gol, pero su compañero Daniel Bertoni aprovechó para tomar la pelota y sentenciar el juego.