Para eso estamos, no solo para comer, beber y sacarnos fotos. Eso fue muy impactante. Se sentía la bulla de la gente, pero la bulla de los niños no se escuchaba. La mayor parte de los niños ya había salido, pero faltaban algunos. En tiempos de Ni Una Menos, Me Too y demás movimientos que luchan contra cualquier modalidad de violencia de género, separar del plantel al jugador debería ser la actitud inmediata a seguir, además de la denuncia policial y los estudios periciales que pudieran servir para un posterior enjuiciamiento del presunto culpable.