De esas personas que sabe que se pondría tan histérico que le pillarían. Pues bien: en un examen en 2º de bachillerato la profesora entró al aula y NOS CAMBIÓ DE SITIO, para desesperación de algunos que yo había visto escribir alguna «chuletilla» en su mesa antes de la llegada de la profesora. De repente, la profesora se acerca a la mesa en la que me había tocado. El caso es que a mí me tocó en una mesa.