Porque aunque a partir de aquel 23 de septiembre de 2017 el Girona ha vuelto a disputar dos temporadas en segunda división (2019-20 y 2020-21), imposibilitando que se pueda disputar el derbi contra el Barça en la competición de la regularidad, la realidad es que la rivalidad entre barceloneses y gerundenses ha ido creciendo hasta el punto de protagonizar un duelo cargado de tensión en el partido de ida de la vigente temporada en Montilivi.