Tras acabar el torneo en Asia, dos jugadores importantes para España en la última década, Fernando Hierro y Luis Enrique, anunciaron que no volverían a vestir más la elástica nacional. Finalmente, cuando en torneo ya estaba totalmente dispuesto, ambos presidentes, Juan Padrós y Ángel Mayora concertaron un partido amistoso. España vistió de color blanco en la zona nacional, única zona que permitía entonces en el país enfrentamientos futbolísticos.